El confinamiento en la ciudad ha dejado escenas nunca vistas: el silencio, interrumpido a veces por vecinos conversando de balcón a balcón; así como olores en el ambiente que no se sentían antes. Por primera vez en décadas, las urbes cumplían las recomendaciones de calidad del aire que pide la Organización Mundial de la Salud (OMS). Poco duró. Con la nueva normalidad, los niveles de contaminación han vuelto a escalar y algunos expertos piden otro confinamiento: el de los coches.
Es la petición de la campaña ‘Confinemos los coches, recuperemos la ciudad’, impulsada desde Ecologistas en Acción, 13 municipios catalanes y 150 profesionales sanitarios y científicos, que opinan que en un momento como el actual, en que la salud está en el punto de mira, es hora de tener en cuenta que la contaminación también es un problema de salud pública a solucionar; entre otras razones porque empeora la sintomatología del coronavirus.
“Estudios internacionales evidencian que las zonas con más polución están sufriendo mayores tasas de mortalidad por el coronavirus. La población que lleva años respirando un aire contaminado colecciona más patologías respiratorias y cardiovasculares, lo que puede llevar a experimentar efectos más graves de la Covid-19”, expresa la campaña en una carta dirigida a las administraciones.
“Tenemos que intentar mantener los niveles de contaminación a mínimos, y por eso es necesario reducir drásticamente el número de coches y motos que circulan por la ciudad. Apostamos por un desconfinamiento que nos proteja del virus y también de la contaminación”, ha dicho la portavoz de la campaña, Olga Margalef, en rueda de prensa.
3.000 muertes por contaminación
Por su parte, Mark Nieuwenhuijsen, Investigador del Institut de Salut Global de Barcelona (ISGlobal) ha aseverado que “cada año hay casi 3.000 muertes prematuras en ciudades como Barcelona relacionadas con la contaminación”. Por eso, sostiene que es urgente reducir los niveles de polución y aumentar los espacios verdes.
“La Covid-19 tiene un gran impacto en nuestra ciudad; una de las medidas para evitar la transmisión es la distancia social, por lo que necesitamos más espacio público. Hay que usar menos el coche y la moto y más el transporte público en Barcelona y área metropolitana", apunta Nieuwenhuijsen.
Otras propuestas del investigador son, en primer lugar, crear una red de carril bici en todo el área metropolitana, así como una red de ramblas en las ciudades. También sugiere aumentar los espacios verdes introduciendo 500 secuoyas, una cantidad de árboles que apunta “puede reducir casi 700 muertes prematuras al año”.
En la misma línea, Margalef ha hecho una llamada para poner en marcha un “plan de choque” para “conquistar la calzada y destinarla a la movilidad sostenible de peatones y bicis, para mejorar la salud física y mental de los ciudadanos”. Además, ha destacado que “quitar los coches beneficia a la economía local y al pequeño comercio”, y exige “valentía” a alcaldes y administraciones, porque hasta ahora, dice, han tomado medidas “demasiado tímidas e insuficientes”.
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